
¿Cómo funcionan los clubes de cannabis en España?
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¿Cómo funcionan los clubes de cannabis en España?
Los clubes sociales de cannabis son una particularidad española que permite a los consumidores de cannabis reunirse y consumir en un entorno privado. Aunque su existencia no está expresamente regulada, operan en una zona legal gris gracias a la tolerancia en algunas comunidades autónomas.

¿Qué es un club de cannabis?
Un club de cannabis es una asociación sin ánimo de lucro que reúne a adultos para cultivar, compartir y consumir cannabis en un entorno privado. No está abierto al público general: solo se puede acceder como miembro registrado.
Normas de funcionamiento y membresía
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Solo mayores de 18 o 21 años pueden hacerse socios (según el club).
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Los miembros deben firmar un acuerdo y aceptar las normas, incluyendo la prohibición de compartir o vender cannabis fuera del club.
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Cada socio tiene un límite mensual de consumo, basado en su historial (por ejemplo, 30–60 g por mes).
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Muchos clubes cultivan su propio cannabis para asegurar calidad y trazabilidad.
Situación legal
En España, el uso y cultivo personal de cannabis en privado está despenalizado. Los clubes se basan en el derecho de asociación y el consumo privado, aunque no están explícitamente legalizados. En regiones como Cataluña o el País Vasco hay mayor tolerancia, pero el Tribunal Supremo ha considerado ilegales ciertos clubes que exceden su actividad permitida.

¿Dónde encontrarlos?
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Barcelona es el epicentro del movimiento cannábico en Europa, con la mayor concentración de clubes.
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También existen clubes en Madrid, Valencia, Bilbao y Málaga.
Consejos para visitantes y turistas
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Solo se puede acceder por invitación o registro online previo.
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Es importante respetar las normas internas, como no tomar fotos, no compartir en redes y no consumir fuera del local.
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Llevar cannabis fuera del club es ilegal, y puede conllevar multas.
¿Con qué te quedas?
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Los clubes de cannabis son una opción tolerada pero no regulada oficialmente en España.
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El acceso es exclusivo para socios que siguen reglas estrictas.
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El futuro de estos espacios dependerá del desarrollo legal tanto a nivel regional como europeo.